«Hay que darle la razón a quien dice que España tiene asignaturas pendientes en democracia»

OPINIÓN

28 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Carta de ajuste

Cuando escucho decir a los líderes independentistas catalanes que la democracia española no está consolidada, me estremezco porque creo que la mayoría de los problemas a los que este país se enfrenta nacen de un garantismo salvaje que permite a todo tipo de personajes chantajear al Estado. Pero... en solo unos días, el escándalo de la Federación Española de Fútbol huele cada vez peor. La renovación del Consejo General del Poder Judicial ya ha quedado muy claro que depende únicamente de los intereses políticos de los dos partidos mayoritarios, que mantienen en un dolce far niente a unas señorías que cobran sueldos estratosféricos. Esta semana, y ya sin complejos, entramos de lleno en el espectáculo propiamente dicho con RTVE, donde se ha desatado la más rastrera de las manipulaciones por parte del Gobierno, que necesita de la propaganda como del comer.

Así que, con vergüenza, hay que darle un poquito de razón a quien dice que España tiene asignaturas pendientes con la seriedad y la honestidad de su democracia. Cuando éramos inmaduros y mucho más ingenuos, al llegar la noche y por la tele, la familia Telerín nos mandaba a la cama «porque hay que descansar» y aparecía una imagen fija (la carta de ajuste) que nos obligaba a pensar y a soñar con un futuro mejor. Nunca pensé que fuera esto. Juan C. Mella. A Coruña.

¡Que vienen los rusos!

Hasta Margarita Robles se suma ahora al discurso alarmante sobre que vienen los rusos. Como si lo de los rusos fuera algo de ayer. Precisamente cuando, estabilizados en trincheras, desfallecen en Ucrania. Es Ucrania la que exhibe al mundo la importante limitación convencional rusa. ¿A qué viene ese miedo escénico? Por supuesto que Rusia genera miedo, pero como consecuencia de su poder nuclear y de un líder y su nomenclatura muy capaces de su utilización si ven peligrar su esencia. Ahora, todos a la vez, se inspiran en los respectivos rearmes nacionales como dudosa solución. ¿Quién y qué hay detrás de esta armonía discursiva? Supongo que el triste impulso a los respectivos ejércitos de los Estados. Contingentes endebles y mal preparados, con materiales escasos y obsoletos. Unos ejércitos solo testimoniales ante idílicas misiones de paz internacional, y que tienen muchas mermas a la hora de atender las amenazas de seguridad y de defensa. ¿Cómo atender tal pretensión de impulsarlos en la era de vacas flacas? Pues ya ven: una vez más en la historia, generando alarma infundada de que nos llegan los rusos. Enrique López de Turíso. Vitoria.

¿Educación neutral?

Recientemente, el Tribunal Constitucional ha dictado una sentencia que otorga el amparo a una madre que quería escolarizar a su hija en un colegio público, frente a la voluntad del padre de hacerlo en un centro concertado. La resolución ha sido cuestionada por algunos expertos, que han aludido al artículo 27.3 de la Constitución, pues asegura a los padres un derecho específico para que sus hijos reciban una formación religiosa y moral de acuerdo con sus propias convicciones.

También han atendido al derecho al libre desarrollo de la personalidad de la menor (recogido en el artículo 10 de la Carta Magna), ya que, según aducen, puede garantizarse en un centro concertado de igual modo que en un colegio público. Por otro lado, el dictamen ha dado paso a la discusión, una vez más, acerca de la conjugación de la libertad religiosa con la laicidad del Estado.

Dejando de lado la controversia jurídica y la solución acordada, llama la atención el argumento recogido en la sentencia: se ha optado por un centro público para procurar a esta niña un «entorno de neutralidad». Y sorprende porque no se puede pretender esta neutralidad en un centro público como tampoco en un concertado, pues la educación no es ni puede ser neutral. Jesús Domingo Martínez. Gerona.