«Salir adelante», un proyecto de Alume para asistir a los familiares de personas que se suicidan

C. P. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

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Acompañan a las personas que atraviesan la complicada fase del duelo, que en algunos casos puede cronificarse

04 abr 2024 . Actualizado a las 17:05 h.

El mundo puede ser un lugar que duele, y no son las de la carne las únicas heridas. Los problemas de salud mental son cada vez más visibles y cada vez son más los medios disponibles para combatirlos. Aunque queda mucho por hacer, son unos cuantos los que arriman el hombro para cambiar las cosas.

Alume Saúde Mental es una asociación que nació en Lugo. Su proyecto, Salir adelante, que recientemente ha recibido el patrocinio de la Fundación ’’La Caixa’’, cumple una inestimable labor acompañando en su duelo a las familias de personas que cometieron suicidio. Aunque el área sanitaria de Lugo es su principal zona de actividad, señalan que ya han recibido la visita de varios pacientes de otras partes del territorio gallego. El empeño de este equipo de profesionales es responder a una pregunta. Después de la tragedia del suicidio, ¿qué pasa con los que se quedan?

Aportan herramientas para afrontar la pérdida, algo que al principio parece a los afectados tarea imposible. No se trata, no obstante, de eliminar el dolor, sino de guiar y acompañar para que no se cronifique.

La psicóloga clínica Ana Reguera es la directora de Alume y una de las profesionales encargadas de Salir adelante. Explica así la labor de su grupo: «Tratamos de abordar la conducta suicida desde una perspectiva global. Había una parte de la vivencia del suicidio que no estaba siendo atendida, que era la parte de los supervivientes. Los familiares y los allegados de la persona que muere. Vimos que existía una necesidad de darles una atención específica. Esta fue nuestra propuesta».

Pero, para llevar a cabo este empeño, necesitaban apoyo externo. Por eso presentaron la iniciativa a la Fundación La Caixa, que aportó fondos para colaborar en el desarrollo.

Acompañar en el comienzo

No es el suicidio la única problemática que tratan. «Alume es una asociación de familiares de personas con trastorno mental grave. En el caso del suicidio, existe el riesgo de que el duelo mal elaborado acabe derivando para quien lo sufre en condiciones mentales severas», añade Reguera.

Actualmente, trabajan con un total de 15 familiares en duelo. Aunque, señalan, ya han podido dar el alta a alguno y, de momento, no han tenido un solo caso de abandono. «Nuestro planteamiento no es acompañar a la persona en todo el proceso del duelo, sino centrarnos en los momentos iniciales para que luego no se cronifique. En función de las situaciones particulares, nuestra labor puede extenderse más o menos, pero siempre limitada en el tiempo, en principio un máximo de un año. Planteamos además dinámicas de grupo, que ayudan a sentirse entendido y aceptado. No juzgado».

Uno de los factores que multiplica el riesgo de suicidio es el aislamiento. Las personas que no tienen contacto con su entorno ni un grupo de allegados cercanos. En esos escenarios, la prevención es otro de los frentes fundamentales que debe curbrirse. «Estamos siempre para apoyar, y colaboramos directamente con los servicios del Sergas, que nos deriva algunos casos de pacientes en riesgo».

Según disecciona Reguera, el sentimiento más común e intenso entre los familiares de las personas que se suicidan es el de la culpa. Todos piensan, después de haber acontecido la tragedia, que podrían haber hecho algo para evitarla. «Se culpan por no haberlo visto. Por no haberlo podido evitar o por el comportamiento que tuvieron con la persona. Pero las personas con conductas suicidas suelen llevar su problemática en secreto. Por mucho que los demás hubieran querido ayudar, no siempre es posible. Intentamos que los familiares puedan racionalizar la situación. Tener una expresión adecuada de sus sentimientos. Nuestra sociedad aún tiene muchos prejuicios con estos temas».