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Vionta, un Rías Baixas en el proyecto más personal de Pedro Ferrer, vicepresidente de Freixenet

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

MONICA IRAGO

La bodega presenta su nueva añada de albariños y godellos maridando sus vinos con elaboraciones gastronómicas de Iñaki Bretal

14 may 2024 . Actualizado a las 10:11 h.

Vionta fue la marca con la que el grupo catalán Freixenet protagonizó su desembarco en Rías Baixas. Llegó a Pazo Baión en el año 96, para ayudar a los entonces administradores judiciales a asumir la gestión de la bodega y se convirtió en uno de los primeros grandes grupos vitícolas en apostar por Galicia y por la denominación de origen del albariño. Pero hace ya cuatro años que este gigante del cava se desvinculó del albariño. Tras la entrada del grupo alemán Henkell, decidió centrarse en la producción de cava y deshacerse de las pequeñas bodegas que tenía en otras denominaciones. Las más selectas, las ubicadas en las más prestigiosas denominaciones de origen, pasaron a manos de Pedro Ferrer Noguer, que sigue siendo vicepresidente en Freixenet. Ferrer Wines es el proyecto más personal de este bodeguero, en el que ha incluido «aquellas bodegas que me encantaban», aseguró el propio Ferrer Noguer durante la presentación de su nueva añada de albariños y godellos.

Fue en el año 82, cuando la denominación de origen Rías Baixas no era ni siquiera un proyecto, cuando Pedro Ferrer oyó hablar por primera vez del albariño. «Fue un profesor mío, que decía que en Galicia había una joya, una variedad de uva que era muy especial», contó. Por eso, cuando Freixenet decidió desvincularse de todo lo que no fuera cava, Vionta pasó a formar parte de Ferrero Wines, que también aglutina a las bodegas Valdubón (Ribera del Duero), Orube (Rioja Alavesa) y Finca Ferrer (Argentina). A mayores, este grupo elabora vinos en otras denominaciones de origen como Rueda, Priorat o la gallega Monterrei, donde comercializa un godello que lleva el nombre de Vionta.

«Freixenet produce una de cada diez botellas de espumoso que se consume en el mundo», añadió el presidente del Grupo Ferrer Wines, que confiesa tener dos almas, dos pasiones. Por un lado, la fama mundial del grupo Freixenet; por otro, quiere transmitir su amor y respeto por la tierra elaborando vinos que expresen la esencia de la variedad, del terruño y del clima.

Es en este proyecto, el de elaborar vinos centrados en la calidad, donde se enmarca Vionta, que ayer presentó su nueva añada y sus espacios con un maridaje gastronómico del chef Iñaki Bretal, de O Eirado da Leña. Al acto asistieron el propio Ferrer Noguer, que recientemente fue elegido presidente de la Federación Española del Vino, y numerosas autoridades, como al diputada de Turismo, Nava Castro; el diputado de Acción Comunitaria, Javier Tourís; el alcalde de Meaño, Carlos Viéitez; el presidente del Clúster de Turismo de Galicia, Cesáreo Pardal, y la gerente de la Ruta del Vino Rías Baixas, Lorena Varela.

Cata de vinos blancos

La cita permitió a los presentes conocer tres de las elaboraciones de Vionta en Galicia, pero también otros vinos que el grupo elabora en denominaciones como Rueda o Rioja, todos ellos de variedades de uvas blancas. La degustación comenzó con un jurel en escabeche sobre puerro a la brasa y emulsión de albariño, que fue maridado con el Vionta Godello. Es un crianza sobre lías con mucha estructura y cuerpo que Ferrer Wines elabora en una bodega de Monterrei. «Cuando decimos que nos lo hace otra bodega quiere decir que nuestro departamento técnico se instala en la zona y el vino lo hacen ellos», añadió Toni Padilla, sumiller y embajador del vino de Ferrer Wines. La vieira a la plancha con compota de cebolla, maíz y papada de cerdo ibérico fue el acompañamiento perfecto del Abelé Brut 1757, una marca de champán que distribuye el grupo. Y el tartar de atún rojo con pimentón fermentado se maridó con el Vionta Albariño, el buque insignia de esta bodega.

El almuerzo continuó con una merluza a la gallega, que se sirvió acompañada de Valdubón, un verdejo de Rueda, y de un saam de mollejas de ternera, regado con un Vionta Bosque Fuscallo, una de las elaboraciones más especiales de Vionta. «El nombre viene de las nieblas que aparecen en zonas de bosque cercanas al mar. Es un albariño 100 % de la zona de O Salnés del que el 40 % pasa por barricas de roble. Es un vino fino y elegante, para las grande ocasiones», aseguró Padilla. La comida terminó con unas carrilleras de cerdo ibérico, que fueron acompañadas del Rioja blanco Orube, y con un postre a base de fruta de la pasión y coco, regado con los licores de Habelas Hailas, que también distribuye el grupo Ferrer.

Apuesta por el enoturismo

Por otro lado, la bodega aprovechó la ocasión también para presentar su renovada apuesta por el enoturismo. «Queremos hacer una fuerte apuesta por el enoturismo», aseguró Úrsula González, directora de enoturismo de la bodega. Y recordó que, actualmente cuentan con tres tipos de visita: la tradicional, otra para los amantes de los quesos y otra para los que quieran probar las conservas de pescados gallegos. A mayores, la bodega oferta visitas a medida y según los gustos de los participantes. González destacó también los espacios renovados, tanto interiores como exteriores, con los que cuenta la bodega para acoger y organizar todo tipo de eventos, desde celebraciones a congresos o reuniones de trabajo.